Renunciar
- No lo hago, le entiendo, por eso no puedo enfadarme.
- Ya... supongo que ese es el problema ¿no?
- No te entiendo.
- Que le comprendes.
- ¿Y por qué habría de ser eso un problema?
- Sabes lo que siente. Sabes que está dividido entre este mundo y aquel. No estás enfada, estás dolida.
- A veces odio que seas capaz de leer tan claramente en mi... Supongo que tienes razón. Está dividido y si no viene estará eligiendo aquello. No me importa que la elija a ella, lo entiendo, pero no puedo evitar que me duela que no nos elija a nosotros... que YA no nos elija a nosotros...
- ¿A nosotros o a ti?
- A nosotros, para él yo nunca fui una elección.
- Ya sé cual es tu problema.
- No sabía que tuviera un problema.
- No eres capaz de renunciar a nada, y sigues creyendo que tener a alguien a tu lado significaría renunciar a todo esto, a esta parte de ti... quizás por eso te perdiste en sus ojos, porque él ya formaba parte de ello.
- Tú misma te contradices: sí soy capaz de renunciar a algo ¿no crees? A tener a alguien a mi lado.
- Espero que algún día comprendas que no tienes porqué renunciar a nada.
- Dudo que ese día llegue.
- Y yo espero que cuando llegue no sea demasiado tarde.
Etiquetas: Amigos, Amor, Cambios, Identidad, Relaciones, Relatos, Sentimientos, Vida