28 octubre 2006

Certezas

"Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto
es un sentimiento que le falta al amor, la certeza"
Honoré de Balzac

El otro día ocurrió algo que me dio la certeza de que el "Sol" no sentía nada por mí. No me sorprendió, a pesar de lo que algunos me dijeron, era algo que yo siempre había sabido. Lo que sí me sorprendió fue que no sentí pena. Sólo me embargó la certeza de que las cosas son así, quizás lo que sentí fuera lo que algunos llaman resignación.
Esa certeza tal vez no haya cambiado mis sentimientos, pero sí ha hecho que mi corazón por primera vez escuche a mi cerebro.
La vida continúa, el camino sigue, ahora no veo luz en este laberinto, pero sé que algún día la veré... entre tanto seguiré disfrutando... en la oscuridad.

15 octubre 2006

Entre la nostalgia y la esperanza

"Ningún día es igual a otro,
cada mañana tiene su milagro especial,
su momento mágico,
en el que se destruyen viejos universos
y se crean nuevas estrellas."
Paulo Coelho

Hoy volví a soñar contigo. Al despertar desee tenerte a mi lado, poder apoyar mi cabeza sobre tu pecho, sentir tu brazo a mi alrededor, dejar que mis labios tocaran los tuyos.
Hoy la nostalgia se quiso colar por cada uno de los poros de mi piel, esa nostalgia que más duele, esa que te recuerda que eso no sucedió, que eso no sucederá.
Ella estaba ahí, sonriente, feliz de saber que era suya. Se acercó y me susurró suavemente al oído:
- Es sólo un sueño, nunca será una realidad.

Sentí como cada sílaba se convertía en una puñalada a mi corazón.
- Llora, pequeña, llora por lo que nunca has de tener.

Por un instante mis ojos se inundaron, luego la miré fijamente a los ojos y acaricié su cara, y mientras le daba un beso dije:
- Lo siento, vieja amiga, hoy no eres bienvenida en esta casa.

Ella me miró dolida. Más allá la Esperanza sonrió y pasó a ocupar su lugar a mi lado.

13 octubre 2006

Apenas un instante, toda una eternidad

"Con ella descubrí que hay amores eternos
que duran lo que dura un corto invierno."
Amores eternos. Joaquín Sabina


Al final no pudo aguantarse más, se volvió y les chilló:
- ¿Tan insulsa es vuestra vida que no hacéis más que meteros en la mía?

Mientras salía del edificio lamentó su ataque de cólera... sólo un momento, luego se dijo:
- ¿Y lo a gusto que me he quedado?. La verdad es que es culpa mía. No sé a que ton he venido aquí a estas horas, cuando está plagado de gente como esta...

Mientras bajaba las escaleras se encendió un cigarrillo, aún estaba dando la primera calada cuando alguien se acercó por detrás. Se volvió de forma violenta, esperando encontrarse a alguno de ellos. Al hacerlo se encontró frente a un joven que se echó hacia atrás ante la brusquedad de su gesto...
- Perdona, no quería molestarte - dijo el chico.
- No, tranquilo, pensé que eras otra persona... ¿Qué querías?
- Bueno, sólo pedirte un pitillo...
Mientras ella comenzaba a sacarlo de la cajetilla él murmuró a la vez que se encogía de hombros:
- Se supone que lo he dejado pero ...

Ella se detuvo lo miró y dijo:
- ¿Por qué lo dejaste?
- Bueno, un día me quedé sin aliento en el momento más inoportuno, y eso me pudo costar caro.
- Lo siento. No puedo darte el pitillo.
- ¿Eh? - él la miró sorprendido.
- Si me hubieras dicho lo típico, que era porque alguien te había dicho que tenías que dejarlo, que era porque dicen que no es sano, etc... te lo habría dado, pero por lo que dices lo hiciste porque tú quisiste. Tenías una razón, así que, lo siento, pero no te lo voy a dar.

Él se la quedó mirando aún más sorprendido.
- Sí - dijo ella.
- Sí ¿qué? - preguntó él.
- Que sí, que estoy un poco trastornada.
- No he dicho nada.
- No hace falta. A lo largo de mi vida he visto esa mirada, esa cara muchas veces. Varía apenas un poco de una persona a otra, pero la esencia es la misma.

Él pareció meditarlo un momento, y dijo:
- Tienes razón, estaba pensando que estás un poco loca, o al menos lo aparentas.
- Ya... te invito a una cerveza para compensarte lo del cigarrillo. A menos que me digas que tampoco bebes...
- Sí, sí bebo.
- Menos mal... no me gusta beber sola.
- ...
- ¿Y bien? ¿Tienes preferencia por algún sitio o me dejas elegir?
- No he aceptado.
- Pero lo vas a hacer.
- Está bien, sorpréndeme.- dijo él divertido.
- Vamos.
- Por cierto... ¿tienes nombre?
- Sí.
- ¿No vas a decírmelo?
- Si te empeñas... me puedes llamar Luna.
- Yo soy Fer.
- Encantada Fer.

Caminaron un rato en silencio... y fue algo que tanto a él como a ella les resultó raro, porque no fue un silencio incómodo...
Por fin llegaron a la puerta de un bar. Un momento después de entrar comenzó a sonar "Buscando una Luna" de Extremoduro y ella se echó a reír mientras se dirigía a la barra.
- Hola guapa.
- ¿Qué tal Crash?
- Bien. ¿Qué os pongo?
- Un par de cervezas.- dijo mientras buscaba con la mirada una mesa.
- Sentaos, ya os las llevo yo.

Mientras se sentaban Fer dijo:
- Vienes mucho, ¿no?
- Uhm... - dijo ella inclinando la cabeza ligeramente a la derecha.
- ¿Quién creías que era antes?
- ¡Ah! Bueno, acababa de mandar a tomar por culo a unas personas...
- Ya... ¿Cual es tu historia?
- No te ofendas, pero no suelo contar mi vida a extraños.
- Pero sí les invitas a cerveza.
- Invitarte a una cerveza no puede hacerme daño, contarte mi vida sí.
- Entonces sigamos siendo unos desconocidos.
- ¿Un desconocido es alguien de quien no sabes su vida? Yo pensaba que era alguien de quien no sabes como es...
- En cualquier caso somos desconocidos, ni tú sabes como soy yo, ni yo como eres tú. - dijo al tiempo que pensaba: y sin embargo me parece conocerla de toda la vida.
- Quizás.
- ¿Quizás?
- ¿Quieres jugar a un juego?

En ese momento llegó Crash con las cervezas.
- Vuestras cervezas.
- Gracias Crash.

Luna siguió:
- ¿Y bien? ¿Quieres jugar?
- Por supuesto, estoy intrigado por cuál va a ser tu siguiente excentricidad.

Ella sonrió, sacó un par de bolis del bolso, cogió una servilleta de papel para ella y otra para él.

Crash les vio y sonrió. Luna ya estaba con sus juegos. Estaba convencida de que dos personas se pueden conocer sin haberse visto nunca en esta vida, y que algún día encontraría a alguien que la conocería perfectamente y a quien ella conocería perfectamente. Aún recordaba cuando jugó con ella a ese juego. Fue capaz de responder correctamente a 18 de las 20 preguntas personales que habían apuntado... A veces creía que era un poco bruja.

El lunes siguiente Luna volvió, y se sentó en la misma mesa, tras pedir a Crash, para su sorpresa, que quitara la canción y no la volviera a poner.
- ¿Luna? - dijo Crash
- Dime - respondió ella.
- ¿Estás bien?
- Lo estaré.
- ¿Cuantas? - con Luna no era necesario hablar mucho para entenderse.
- 20
- ¿Y él?
- 20

Crash la miró sorprendido, él apenas llegó al aprobado.
- ¿Va a venir? - preguntó, aunque su instinto le dijo que no sería así.
- No, sólo estaba de paso.
- Pero... seguiréis en contacto, ¿no?

Luna le miró con sonrisa melancólica.
- Hay cosas que sólo duran un instante, para poder ser recordadas toda una vida.

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10 octubre 2006

Superagente 666, especialista en marrones

"Las cosas van mal,
pero con un poco de paciencia pueden ir peor"

Anónimo

El viernes pasado me cambiaron de trabajo.
Llevaba dos años desempeñando mi ex-curre. Ahora que ya estaba viendo un poco de luz, que había organizado un poco todo, alguien se dió cuenta del marrón que un poco más allá había ido creciendo y... ¡Tachán!

- Oscuridad parece que tienes cara de hambre... pasas a comerte el marrón, y empiezas desde... ¡YA!

Por un momento pensé que mi jefe estaba dando la salida de una carrera y que tenía que salir corriendo...
Me he mirado en el espejo intentando descubrir que parte de mí me delata como "Superagente 666, especialista en marrones", y he llegado a la conclusión de que aparentemente mi disfraz es bueno... parezco una tía normal... rara, pero...

No obstante y en mi nueva filosofía de adaptar mi visión de la realidad he decidido que esto es una gran oportunidad para conocer cosas nuevas y me lo he tomado como un reto personal. Y cuando mi jefe reconoce que es una patata caliente ya ni le oigo.

05 octubre 2006

¿Musa o payaso?

"Descubrir que se puede hacer reír
es como descubrir que una es la hija del rey"
Mónica Vitti

El otro día volvía a casa en el tren después del fin de semana cuando me di cuenta de que el chico que iba delante estaba viendo un video en el móvil. Normalmente no me fijo en lo que hace la peña, estoy en mi propio mundo, pero debió de ser mi instinto el que me llevó a fisgar qué coños estaba viendo...
En el video se veía a una chica toda vestida de negro, con su larga cabellera en medio de la cara, canturreando:
Más chutes no
Ni cucharas impregnadas de heroína
No más jóvenes llorando noche y día
Solamente oír tu nombre causa ruina

¡Oh! ¡Sorpresa! El tío me había estado grabando cuando estaba en mi mundo...
Otro día es probable que le hubiera soltada una de esas perlas que salen de mi boca cuando me tocan la moral... pero ese día me debía de sentir generosa, vaga o yo que sé... Dicen que para enfadarse se necesitan 34 músculos y para sonreír sólo 7, así que yo sonreí y seguí canturreando.

Si veis algo así en el YouTube, ya sabéis quien es la loca ;-)


02 octubre 2006

Mirando hacia otro lado

"El mago hizo un gesto y desapareció el hambre,
hizo otro gesto y desapareció la injusticia,
hizo otro gesto y se acabo la guerra.
El político hizo un gesto y desapareció el mago."
Woody Allen

Está tendido en el suelo. Le duele la pierna, pero ese dolor no es comparable con el que siente en su interior.
Esa mañana se levantó pronto para ir a por agua al pozo que hay a 3 Km del poblado...
Se entretuvo... mama siempre le reñía por perder el tiempo observando a los animales... se entretuvo y falló a su madre y a sus hermanos pequeños... No sabe que no podría haber hecho nada.
El primer disparo le hizo darse cuenta de que el sol estaba ya alto.
El segundo le hizo darse cuenta de que había problemas.
Cuando llegó al poblado sintió el fuego en su pierna y cayó... entonces deseó tener esa enfermedad que decía el mganga, esa que le impediría ver el color que tiñe el poblado, esa que no le permitiría distinguir la selva del reguero que sale de su choza...
A través de la puerta puede ver la mano inerte de su hermana pequeña...
Oye los pasos que se acercan... sabe lo que significa...


- Ya casi estamos llegando. El poblado es pequeño y muy pobre, pero su gente es increíble. No deja de sorprenderme la vida que desprenden.
- ¿Cuántos habitantes tiene?
- No muchos, como te he dicho es un pobl...
- ¡Dios mío!
- ...
- ¿Qué ha pasado? - exclama la joven voluntaria, mientras mira hacia otro lado horrorizada.
- Que este maldito mundo se empeña en, como tú has hecho ahora, mirar hacia otro lado.- murmura el doctor con la mirada empañada por el rencor, la impotencia, las lágrimas...

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