Por estupidez y amor al arte
Suena el despertador y lamento haber decidido comprar esa entrada...
Soñolienta me encamino a mi destino... nadie por la calle...
- Qué raro...
Pero claro, no suelo estar en la calle en ese lugar un domingo y a esas horas...
Llego y sólo unas pocas personas están allí. Es pronto, como siempre y para no variar he calculado mal el tiempo.
Pasan los minutos y aquello no se anima...
- Vale que sea una hora un poco intempestiva... vale que hay que tener mucho amor al arte para levantarse a estas horas... pero esto es un poco raro...
Quedan cinco minutos y las puertas no se han abierto... me acerco a la taquilla y paseo mi mirada por los distintos carteles...
Cierro los ojos y maldigo.
-¡Seré imbécil! - digo mientras me quito el reloj para ponerlo en hora.
Soñolienta me encamino a mi destino... nadie por la calle...
- Qué raro...
Pero claro, no suelo estar en la calle en ese lugar un domingo y a esas horas...
Llego y sólo unas pocas personas están allí. Es pronto, como siempre y para no variar he calculado mal el tiempo.
Pasan los minutos y aquello no se anima...
- Vale que sea una hora un poco intempestiva... vale que hay que tener mucho amor al arte para levantarse a estas horas... pero esto es un poco raro...
Quedan cinco minutos y las puertas no se han abierto... me acerco a la taquilla y paseo mi mirada por los distintos carteles...
Cierro los ojos y maldigo.
-¡Seré imbécil! - digo mientras me quito el reloj para ponerlo en hora.
Etiquetas: De la Oscuridad, Despiste, Tiempo