23 febrero 2007

Magia verdadera

"El que todo el mundo crea algo
no significa que sea cierto."

- Te toca Dani.
Dani se dirigió al escenario con paso tranquilo.
- Me encantan los trucos de tu padre - dijo mirando a la niña.
- No son trucos, es magia - respondió ella.
Su padre se giró justo antes de alcanzar el escenario la miró y se llevo un dedo a los labios a la vez que le dedicaba un guiño.
La niña sonrió y asintió. En cualquier caso... ¿quién la iba a creer?
- En toda mi vida como organizadora de espectáculos de magia no he conocido a nadie como tu padre. Me encantaría saber quien le ha enseñado esos trucos, bueno esa... magia - rectificó rápidamente.
- Es un secreto de familia - dijo simplemente la niña mientras hacía girar sus extrañas pulseras.

Mientras se acercaba al escenario Dani, como cada vez que lo hacía, recordó la historia que tantas veces su madre le contó...

- Explícamelo una vez más... ¿Por qué vamos a atravesar medio país para visitar a una abuela a la que no ves desde que eras una niña y con la que no tienes ninguna relación?
- Ya te lo he dicho... he soñado con ella... ya sabes que...
- Silvia, es un viaje muy largo y no creo que sea bueno para el bebé.
- Dani estará bien. Irá dormido la mayor parte del tiempo.
- Silvia...
- Toño, te daré otra buena razón: necesito hacerlo, y tú me quieres lo suficiente como para concedérmelo.
- Vale, tengo otra pregunta...
Ella, que pensaba se había acabado la discusión, enarcó las cejas mostrando su sorpresa y curiosidad a la vez.
- ¿Vamos a salir de una vez?
Ella se echó a reír y le dio un beso.

Llamó a la puerta sin poder ocultar el nerviosismo que le producía volver a ver a su abuela después de más de 20 años sin tener ningún contacto con ella. Abrió la puerta una mujer de mediana estatura, delgada, pero no enjuta, con el pelo blanco recogido en una cola de caballo. Al instante reconoció sus ojos.
Sintió su penetrante mirada y antes de que pudiera decir nada su abuela dijo:
- Bienvenida. Ha pasado mucho tiempo.
No pudo evitar sentirse sorprendida.
- ¿Sabes quién soy?
- Por supuesto. ¿Cómo no iba a reconocer a mi propia sangre?
Entonces su cara cambio de expresión, de algo parecido a la ternura que hasta entonces reflejaba su rostro, a una capa de enfado...
- Pero... ¿qué demonios haces aún con la pulsera? - casi gritó mirando fíjamente la pulsera que entornaba su muñeca. Fue entonces cuando se dio cuenta de la presencia de Toño y el bebé.
Se acercó rápidamente al niño y preguntó:
- ¿Qué tiempo tiene?
- Mañana cumplirá 6 meses - acertó a decir Silvia, que ya no sabía muy bien cómo reaccionar ante el extravagante comportamiento de su abuela.
Carla, así se llamaba su abuela, la miró con preocupación y finalmente dijo:
- Tu padre no te dio la carta, ¿verdad?
- ¿Carta?
- Será mejor que pasemos dentro.

Les condujo a un acogedor salón en cuya chimenea crepitaba el fuego.
- Cuando murió tu madre supe que tu padre intentaría alejarte de nosotros. - Carla comenzó a hablar más para sí misma que para sus atónitos espectadores - Él nunca entendió todo esto. Os amaba con locura a ti y a tu madre, pero no lo entendía... Él debió darte mi carta. Al no hacerlo te puso en peligro, y le puso en peligro a él- dijo mientras señalaba al niño.
- ¿De qué hablas abuela?
- ¿Has tenido alguna vez sueños que se han cumplido? ¿Has notado alguna vez que cuando no encontrabas algo de repente lo descubrías a tu lado?
- Sí...
- ¿Has llevado siempre la pulsera?
- Sí, es el único recuerdo que tengo de mamá...
- Quítatela.
- ¿Por qué? - Silvia no sabía muy bien de qué iba todo aquello, y podía notar la inquietud de Toño.
- Haz caso a esta vieja... por muchas palabras que te diga ambas sabemos que sólo los hechos te convencerán.
Silvia se desprendió de la pulsera y la depositó con cuidado sobre la chimenea.
- Está bien. Ahora... desea que la pulsera vuelva a tus manos.
- ¿Perdona?
- ¿Acaso eres sorda? Perdona,- se apresuró a decir - tanto tiempo sola me ha vuelto impaciente con los demás.
Silvia un poco molesta hizo lo que su abuela le decía. Al instante la pulsera apareció en su mano. Miró la mano, luego la chimenea, y de nuevo la mano, sin poder salir de su asombro.
Toño la miraba con la boca abierta, mientras Carla sonreía divertida.
- Es posible que tus poderes superen a los de tu madre.

Así fue como Silvia descubrió que descendía de una larga estirpe de magos. Así fue como supo que en un tiempo muy lejano la magia era algo natural. En algún punto de la historia, por un motivo ya olvidado, todos la borraron de sus memorias. Todos, salvo unos pocos que, en secreto, continuaron creyendo en ella, practicándola, pasando sus conocimientos de generación en generación.

- ¿Y la pulsera?
- Los bebés no saben ni ocultar ni controlar sus poderes. La pulsera los anula hasta que son demasiado fuertes... Es la única forma que encontramos de protegerlos.
- Dani...
- Sí, es probable que también los tenga, aunque aún no se hayan manifestado. Hemos tenido suerte de que vinieras a verme a tiempo... -dijo al tiempo que guardaba la pulsera en una vieja caja de madera y se la entregaba a Silvia.


Al despertarse la vio contemplando la cuna vacía.
Ella notó su mirada interrogante y simplemente dijo:
- Ya ha empezado.

Dani se levantó a un tiempo preocupado y orgulloso. Orgulloso como todo padre que ve como su progenie sigue sus pasos. Preocupado como todo progenitor que presiente los peligros que se extienden ante sus hijos.

Se acercó a la estantería y tomó el pequeño baúl de madera. Una nube de polvo flotó al soplar. Lentamente, como si de un ritual se tratara, lo abrió. Y con la misma lentitud sacó una diminuta pulsera de plata, con extraños signos grabados.
Cerró con cuidado el baúl y lo depositó de nuevo en la estantería.
Luego simplemente se sentó a esperar junto a la cuna al lado de su compañera.

Un tiempo después el bebé apareció en la cuna. Ella se inclinó y lo tomó en sus brazos, sin poder disimular su ansiedad. Se miraron sabiendo que el que ambos conocieran la magia haría que esa niña tuviera mucho poder. Él cogió suavemente el diminuto brazo y colocó la pulsera en su muñeca, mientras recitaba extrañas palabras. Luego le tocó el turno a su compañera, que hizo lo mismo con otra pulsera similar que tenía en su regazo.


¿Alguna vez os habéis preguntado cómo pueden conseguir esas cosas algunos magos? ;-)

Etiquetas: , ,

18 febrero 2007

Gracias

"Querido amigo: ¿usted no ve como todo lo que sucede es siempre un comienzo?
¡Y comenzar, en sí, es siempre tan hermoso! Deje que la vida le acontezca.

Créame: la vida tiene razón en todos los casos"
Rainer Maria Rilke

Esta semana se cumple un año de la primera vez que puse el pie, ¿o debería decir el ojo?, en este mundo virtual.
Un amigo había comenzado a escribir un blog, me lo comentó y me faltó tiempo para entrar a leer de arriba a bajo todo lo que había escrito.
Al principio me limité a visitarle a él, luego poco a poco extendí mi curiosidad a gente que él tenía enlazada o que le comentaba, y de estos a otros... De algunos de vosotros recuerdo a la perfección lo primero que leí y que me enganchó...
Durante un tiempo ni siquiera comentaba aquello que leía, salvo a mi amigo, claro. Luego dejé algún comentario al resto, pero siempre de forma anónima, no por nada, simplemente no me había decidido a darme un nombre, lo cuál no deja de ser extraño en alguien que le da nombre a todo. No fue hasta más de un mes y medio después que me autobauticé. No fue algo meditado, simplemente quise dejar un comentario a uno de vosotros y decidí que ya estaba bien de anonimato... cerré los ojos y dije... EnLaOscuridadDeLaNoche y, como buena enamorada de la luna, busqué una foto suya como cara. Debo confesar que antes otro nombre pasó por mi mente, pero en ese momento no habría sido tan anónimo...
Por aquel entonces ni siquiera pensaba escribir un blog... y sin embargo unos días más tarde me encontré poniendo los cimientos de este rinconcito de mi vida.

Así que tengo muchas cosas que agradecer a mi amigo. Si no fuera por él los relatos que aquí he publicado nunca hubieran visto la luz. Sin él todo lo que me ha enseñado este mundo a través de vosotros, todo lo que he aprendido de mi misma, se habría perdido. Si no fuera por él nunca os habría conocido y probablemente no me sentiría tan a gusto como ahora me siento conmigo misma.
Y sin embargo él no lo sabe, como tantas otras cosas que más de una vez he deseado decirle, nunca se lo he dicho. Siento como si eso fuera una traición, pero en el fondo creo que es mejor así... después de todo él fue quien me dijo una vez: "Paso de complicaciones" y como todo aquello que nunca le dije, parte de lo cual se refleja en este blog, decirle que esta soy yo sólo nos traería complicaciones.
Aún así, aunque no llegues a saber que hablo de ti: GRACIAS.

Etiquetas: , , ,

10 febrero 2007

La vida

"Lo menos frecuente en este mundo es vivir.
La mayoría de la gente existe, eso es todo."
Oscar Wilde

En clase de inglés a veces tratamos temas bastante trascendentales, quizás porque en esos temas casi todo el mundo tiene algo que decir.
El otro día nos vimos envueltos en una discusión filosófica sobre la vida y cómo en el camino nos enredamos en cosas que sólo nos conllevan angustia, ansiedad y nos alejan de vivir realmente.
En el trascurso de la conversación alguien expresó una idea, que todos estuvimos de acuerdo era un buen principio:
"Revisa cada una de tus ideas, para asegurarte de que son realmente tuyas y no inculcadas por alguien o algo externo a ti."

Como dice una amiga, a veces no sé si voy a clase de inglés o a una terapia de grupo.

Etiquetas: ,

03 febrero 2007

A mi manera

"Sabe si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada."
Gustavo Adolfo Bécquer

Una de las preguntas del meme anterior: ¿Eres cariñosa? me hizo recordar una conversación que tuve hace algún tiempo.

En mi familia nunca hemos sido muy de expresar el cariño con besos, caricias, etc... de hecho uno de los primeros recuerdos que tengo es de mi madre entrando en nuestra habitación cuando creía que estábamos dormidos para darnos un beso. Siempre cuando pensaba que estábamos dormidos.

Mi madre suele decir: "Obras son amores y no buenas razones", y os puedo asegurar que sabemos de sobra por sus obras que nos quiere.

Como estaba contando, ese día de juerga estaban también presentes mis dos hermanos. Uno de ellos es muy cariñoso, y más cuando lleva un par de cubatas en el cuerpo. Así que no paraba de darme abrazos, besos y demás.
El otro en cambio es muy reservado y poco dado a las muestras visibles de cariño.
Mi amiga me dijo algo así como que parecía que me llevaba mucho mejor con el cariñoso. Yo le contesté que no, que simplemente el otro tenía otra forma de demostrar sus sentimientos.

Soy una mezcla de ambos, pero en este aspecto me parezco más al reservado. No soy muy dada a las muestras públicas de afecto, aunque de vez en cuando lo hago, y tampoco suelo pedir perdón con palabras. Siempre busco una forma de actuar que demuestre, bien mi cariño, bien mi arrepentimiento.

Tras aquello me pregunté si la gente es capaz de entender el alcance de mis sentimientos hacia ellos, si quizás sería mejor expresarme más claramente... pero es que yo soy así: cariñosa a mi manera.

Etiquetas: ,