Sueños (II)
"El hombre que tiene miedo sin peligro
inventa el peligro para justificar su miedo"
Alain Emile Chartier
inventa el peligro para justificar su miedo"
Alain Emile Chartier
Previamente en Sueños
Mientras se dirigía la consulta se preguntó como sería esta vez... No le gustaba esa sensación, la sensación de ansiedad que le sobrevenía cuando se enfrentaba a algo nuevo...
Respiró hondo y se obligó a disminuir el paso.
Ojeó una vez más el plano que había sacado de como llegar... algo por otra parte innecesario dado que se lo había aprendido de memoria... y giró a la derecha.
Al hacerlo chocó de frente con una señora de esas que te miran de arriba a abajo, y fruncen la nariz con desagrado, mientras murmuran: ¡Vaya pintas!. Ésta además graznó:
- Ya no hay educación a ver si miras por donde vas...
En un instante por su mente cruzaron cuatro o cinco respuestas a cuál más borde... pero decidió repetir el perdón que ya había pronunciado.
Siguió avanzando por las calles. Podría haber cogido el autobús que le habría dejado en 15 minutos justo enfrente... pero prefirió andar, y como siempre calculó mal el tiempo y cuando llegó aún quedaba cuarto de hora para la cita...
Mientras trataba de localizar el botón del portero, una chica salió del portal y sujetó un instante la puerta, como dándole la oportunidad de entrar. Justo entonces un chico apareció a su lado y sujetó la puerta. La miró un instante y preguntó:
- ¿Vas a entrar?
Miró el reloj y respondió:
- No, muchas gracias.
Él se encogió de hombros, entró y justo cuando la puerta se iba a cerrar la sujetó, la miró de nuevo, como estudiándola y preguntó:
- ¿Seguro? Se va a poner a llover...
Ella miró incrédula al cielo y dijo:
- Sí, seguro.
- Como quieras.-y de nuevo se encogió de hombros.
Decidió recorrer un par de veces la calle para hacer tiempo. Algo la había alterado, ese chico... no sabía por qué pero la había puesto nerviosa... Cuando estaba ya en su quinto recorrido comenzó a llover...
- ¿De donde coños ha salido esa nube?
Corrió hasta el portal y cundo quiso llegar ya estaba empapada... Picó al portero esperando escuchar un ¿si? o un ¿quien es?, y simplemente oyó el sonido de apertura de la puerta.
Brevemente pasó por su cabeza que en ese portal no apreciaban en exceso la seguridad.
Subió las escaleras, no solía coger el ascensor, y menos en un lugar desconocido...
Cuando llegó al piso vio la puerta abierta y el mismo pensamiento surgió de nuevo.
Al entrar en la sala no vio a nadie así que se dirigió hasta la única puerta que vio abierta...
Se asomó con una frase de presentación ya preparada, hasta que vió frente a ella al chico que había encontrado en el portal... y solo atinó a decir:
- Hola.
- Hola. -dijo él con una amplia sonrisa - Veo que al final te has mojado... ¿te gusta la lluvia? A mí me encanta.
- ...
- ¿Te pasa algo? Sé que muda no eres porque te he oído hablar antes...
- Estaba buscando a al Dr. Bustos... - dijo mientras apoyaba inconscientemente la mochila en el suelo.
- Sí claro, soy yo.
- ¿Javier Bustos?
- Sí.
- ...
- Si quieres te enseño el carné... - dijo él divertido.
- Yo... creí que sería alguien más mayor...
- Gracias - dijo sin dejar de sonreír. - No me has contestado, ¿te gusta la lluvia?
No supo qué pasó entonces... ¿qué podría tener? ¿4 o 5 años más que ella? ¿Qué importancia podía tener que le gustara o no la lluvia?
Y antes de darse cuenta estaba corriendo escaleras abajo.
Respiró hondo y se obligó a disminuir el paso.
Ojeó una vez más el plano que había sacado de como llegar... algo por otra parte innecesario dado que se lo había aprendido de memoria... y giró a la derecha.
Al hacerlo chocó de frente con una señora de esas que te miran de arriba a abajo, y fruncen la nariz con desagrado, mientras murmuran: ¡Vaya pintas!. Ésta además graznó:
- Ya no hay educación a ver si miras por donde vas...
En un instante por su mente cruzaron cuatro o cinco respuestas a cuál más borde... pero decidió repetir el perdón que ya había pronunciado.
Siguió avanzando por las calles. Podría haber cogido el autobús que le habría dejado en 15 minutos justo enfrente... pero prefirió andar, y como siempre calculó mal el tiempo y cuando llegó aún quedaba cuarto de hora para la cita...
Mientras trataba de localizar el botón del portero, una chica salió del portal y sujetó un instante la puerta, como dándole la oportunidad de entrar. Justo entonces un chico apareció a su lado y sujetó la puerta. La miró un instante y preguntó:
- ¿Vas a entrar?
Miró el reloj y respondió:
- No, muchas gracias.
Él se encogió de hombros, entró y justo cuando la puerta se iba a cerrar la sujetó, la miró de nuevo, como estudiándola y preguntó:
- ¿Seguro? Se va a poner a llover...
Ella miró incrédula al cielo y dijo:
- Sí, seguro.
- Como quieras.-y de nuevo se encogió de hombros.
Decidió recorrer un par de veces la calle para hacer tiempo. Algo la había alterado, ese chico... no sabía por qué pero la había puesto nerviosa... Cuando estaba ya en su quinto recorrido comenzó a llover...
- ¿De donde coños ha salido esa nube?
Corrió hasta el portal y cundo quiso llegar ya estaba empapada... Picó al portero esperando escuchar un ¿si? o un ¿quien es?, y simplemente oyó el sonido de apertura de la puerta.
Brevemente pasó por su cabeza que en ese portal no apreciaban en exceso la seguridad.
Subió las escaleras, no solía coger el ascensor, y menos en un lugar desconocido...
Cuando llegó al piso vio la puerta abierta y el mismo pensamiento surgió de nuevo.
Al entrar en la sala no vio a nadie así que se dirigió hasta la única puerta que vio abierta...
Se asomó con una frase de presentación ya preparada, hasta que vió frente a ella al chico que había encontrado en el portal... y solo atinó a decir:
- Hola.
- Hola. -dijo él con una amplia sonrisa - Veo que al final te has mojado... ¿te gusta la lluvia? A mí me encanta.
- ...
- ¿Te pasa algo? Sé que muda no eres porque te he oído hablar antes...
- Estaba buscando a al Dr. Bustos... - dijo mientras apoyaba inconscientemente la mochila en el suelo.
- Sí claro, soy yo.
- ¿Javier Bustos?
- Sí.
- ...
- Si quieres te enseño el carné... - dijo él divertido.
- Yo... creí que sería alguien más mayor...
- Gracias - dijo sin dejar de sonreír. - No me has contestado, ¿te gusta la lluvia?
No supo qué pasó entonces... ¿qué podría tener? ¿4 o 5 años más que ella? ¿Qué importancia podía tener que le gustara o no la lluvia?
Y antes de darse cuenta estaba corriendo escaleras abajo.
Etiquetas: Relatos
3 Comments:
Definitivamente esta chica ha dejó escapar su sueño... en la vida, a veces se nos presentan unas casualidades que no podemos dejar escapar, quizás, no hubiera pasado nada con el doctor, quizás, sólo doctor-paciente... pero tal vez, algo más...
Me ha encantado, no hay tercera parte?
Muchos bss guapa
(Creo que hoy no voy a leer más, me he demorado en otras cosas y tengo sueño, mañana sigo...)
La Dulce Pena: La tercera parte está en mi mente, pero no he llegado a plasmarla en ningún post... pero todo llegará.
Besos niño.
Pues entonces esperaré ansioso esa tercera parte....
Bss guapa
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