Sueños (I)

"El destino mezcla las cartas,
y nosotros jugamos"
Arthur Schopenhauer

"Se despertó sobresaltada.
Aireva subió de un salto a la cama, y comenzó a acariciarla.
Si no fuera el presente, sino unos años atrás la puerta de su habitación se abriría en ese preciso instante y entraría su madre preguntándole si estaba bien.
Pero era el presente, y sólo tenía a Aireva junto a ella... sus ojos se encontraron y el negro gato emitió un suave maullido, como si supiera lo que estaba pensando...

Abrió el cajón de la mesilla y sacó su cuaderno, intentando recordar lo más detalladamente posible el sueño.
Cuando hubo terminado de escribir, miró el reloj: ya no merecía la pena intentar dormir...

Unas horas más tarde, ya vestida, comenzó a guardar todos los cuadernos en la mochila.
- ¡Y repetimos! - dijo en voz alta.

A los 15 años trató de suicidarse, de hecho por un corto periodo de tiempo lo consiguió, luego la reanimaron y todo comenzó de nuevo... pero distinto...
Hasta ese momento el sueño era su paz, la vigilia su tortura... ahora era lo contrario. Cada noche, al cerrar los ojos, un terror irracional la embargaba, y despertarse suponía el fin de las pesadillas.

Desde entonces la habían tratado 6 psiquiatras, sin ningún resultado. Hoy la cuenta se elevaría a 7. La verdad es que no tenía muy claro porque continuaba yendo a terapia, y aunque no creía que ellos la ayudaran, algo en los consultorios le ayudaba a pensar... y después de todo la idea de los cuadernos fue buena."

Continuará