Rota
"Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: Cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?"
Gustavo Adolfo
Cerró la puerta del servicio y dejó que las lágrimas fluyeran.
- Me he roto - susurró.
Su amiga tan sólo le preguntó qué tal todo... y ella casi se echó a llorar.
- ¿Estás bien? Te ha pasado algo, ¿qué es?
- Nada, déjalo.
Ella supo que debía dejar de preguntar...
- Me he roto - repitió.
Tenía demasiado trabajo, se sentía como si todos tiraran de ella en distintas direcciones, exigiendo que diera más de lo que humanamente posible era. Y poco a poco eso la estaba minando, afectando a la seguridad en sí misma, en su capacidad de hacer un buen trabajo.
- Si sólo fuera eso... - pensó.
Había tenido periodos de trabajo excesivos, y bajones de ánimo, pero precisamente ahora...
- No tengo derecho a reprocharle nada - se dijo.
Tan solo dos días antes aquel que durante tantos años había estado a su lado, aquel que tan solo unos meses atrás en un intento por salvarlo todo le había pedido que vivieran juntos, aquel que dijo que no podría seguir adelante sin ella, él le había confesado que estaba con otra.
Sí, ya habían pasado unos meses desde que dieran por terminada su relación. Su visión del futuro era tan distinta que a pesar de sus sentimientos no era posible continuar, hacerlo habría supuesto que ambos fueran infelices... A veces el amor no es suficiente. Sí, ya habían pasado unos meses, pero...
- No entiendo por qué me ha afectado tanto... Me alegro de que él haya podido rehacer su vida... Entonces... ¿por qué siento cómo si me hubiera traicionado? ¿Por qué tengo la sensación de que todo lo nuestro fue una farsa? ¿Cómo se puede olvidar a alguien tan fácilmente?
Dejó que unas lágrimas más surcaran su cara, luego inspiró con fuerza. Escuchó para asegurarse de que nadie estuviera fuera y salió.
Lavó su cara, se miró al espejo y sopló sobre sus ojos.
Respiró hondo una vez más y salió fingiendo que todo estaba bien, intentando ocultar las grietas.
- Me he roto - susurró.
Su amiga tan sólo le preguntó qué tal todo... y ella casi se echó a llorar.
- ¿Estás bien? Te ha pasado algo, ¿qué es?
- Nada, déjalo.
Ella supo que debía dejar de preguntar...
- Me he roto - repitió.
Tenía demasiado trabajo, se sentía como si todos tiraran de ella en distintas direcciones, exigiendo que diera más de lo que humanamente posible era. Y poco a poco eso la estaba minando, afectando a la seguridad en sí misma, en su capacidad de hacer un buen trabajo.
- Si sólo fuera eso... - pensó.
Había tenido periodos de trabajo excesivos, y bajones de ánimo, pero precisamente ahora...
- No tengo derecho a reprocharle nada - se dijo.
Tan solo dos días antes aquel que durante tantos años había estado a su lado, aquel que tan solo unos meses atrás en un intento por salvarlo todo le había pedido que vivieran juntos, aquel que dijo que no podría seguir adelante sin ella, él le había confesado que estaba con otra.
Sí, ya habían pasado unos meses desde que dieran por terminada su relación. Su visión del futuro era tan distinta que a pesar de sus sentimientos no era posible continuar, hacerlo habría supuesto que ambos fueran infelices... A veces el amor no es suficiente. Sí, ya habían pasado unos meses, pero...
- No entiendo por qué me ha afectado tanto... Me alegro de que él haya podido rehacer su vida... Entonces... ¿por qué siento cómo si me hubiera traicionado? ¿Por qué tengo la sensación de que todo lo nuestro fue una farsa? ¿Cómo se puede olvidar a alguien tan fácilmente?
Dejó que unas lágrimas más surcaran su cara, luego inspiró con fuerza. Escuchó para asegurarse de que nadie estuviera fuera y salió.
Lavó su cara, se miró al espejo y sopló sobre sus ojos.
Respiró hondo una vez más y salió fingiendo que todo estaba bien, intentando ocultar las grietas.
5 Comments:
Pues ahora ya no hay que darle vueltas al asunto sino reponerse lo antes posible y mirar al futuro con alegría y sin lágrimas en los ojos.
Eso mismo digo yo. Ahora lo que hace falta es que haga caso.
Sí, preguntas y demonios...
Mirada al frente, con ilusiòn, expectativas nuevas y patràs ni para coger impulso corazòn, que las làgrimas no nublen esos dìas soleados que estàn por llegar a tu vida.
Besitos con esperanza
Muchas gracias Guapa.
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