Un minuto de ira
"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto,
en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto,
eso, ciertamente, no resulta tan sencillo."
Aristóteles, Ética a Nicómano.
Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto,
en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto,
eso, ciertamente, no resulta tan sencillo."
Aristóteles, Ética a Nicómano.
En un segundo puedes tener una vida casi perfecta, y al siguiente haberlo perdido todo.
He intentado recordar cómo pudo ocurrir, pero todo es borroso. Me siento como cuando te despiertas de una pesadilla. Tienes el corazón acelerado, y la angustia taponando tu garganta y oprimiendo tu pecho. Solo que esta vez la pesadilla es real.
No soy una persona violenta, nunca lo fui, así que eso lo hace aún más difícil de entender.
No me consuelan esos "Tú no querías que esto ocurriera", "Él empezó"...
He oído hablar de él. Todos dicen que es imposible que él empezara la discusión, que era una persona pacífica, que nunca se metía en líos. Es curioso que esas mismas frases salieran de la boca de quienes me conocen.
Y sin embargo, ambos nos enzarzamos en una discusión de lo más tonta. Un empujón sin querer a la salida del metro, una respuesta violenta en lugar de un perdón... quizás el estrés al que nos vemos sometidos a diario, las prisas, la irritabilidad que todo ello nos produce... la pérdida de humanidad en la que sin darnos cuenta estamos cayendo...
Sí, él me dio el primer puñetazo, pero yo dí el último. Le golpee con todas mis ganas, descargando mi ira acumulada, una ira que nada tenía que ver con él, ni con un empujón involuntario en un lugar donde los empujones están a la orden del día.
Una mala caída... y en tan sólo un minuto nuestras vidas truncadas: él perdió la suya, y yo perdí aquella que hasta entonces había vivido.
Desearía que hubiera sido al revés, que hubiera sido yo el que cayera, pero no fue así, y tendré que vivir el resto de mi vida con ello... y no sé cómo voy a hacerlo.
NOTA: Antes de que haya malos entendidos: esto es un relato inventado, pero que, por desgracia, no se puede enclavar en la ciencia ficción.
22 Comments:
Pues estupendo relato sí señor, porque nos trasladas al sentir que nos puede suceder a cualquiera de nosotros si nos dejamos llevar por la ira en una situación similar, que es posible.
Me gusta tu apología de la no violencia ;)
Un beso.
Menos mal que es ficción!
Y qué terrible que sea tan real tu ficción!
Es que la agresividad contra el otro, es algo que nos resulta difícil de admitir como propia! Siempre, pero siempre, el "otro" molesta, y no es para nada del otro mundo que esto suceda.
En el mundo civilizado, esta agresividad, está "pasada por un tamiz" de buenos modales, etc. que "aprendemos" desde nuestra más tierna infancia...Pero si los aprendemos es porque vivir en sociedad hace que los necesitemos para eso.
Me pareció espectacular tu relato: un roce, simplemente, puede desencadenar una tragedia. Por eso, es tan importante mirarnos a nosotros mismos, y ver la viga en nuestro ojo y no la paja en el ajeno....
Besos
Si es que el metro en hora punta es como una selva plagada de salvajes que lo único que quieren es salir de allí lo antes posible, se ponga por medio quien se ponga.
Me ha encantado. Cuanto daño se puede hacer en un segundo de ira sin darse cuenta en ese momento.
caray
es duro
y difícil
saber que en un arrebato se pueden truncar tantas cosas
por un momento pensé que rea real, parece increíble lo que puede cambiar la vida por un mal paso (o empujón)
estupendo relato!!!
Me ha gustado mucho.. pero me ha recordado, al chaval que hace relativamente poco, por mediar entre una pareja, acabó muerto por una mala caída...
Bss,. y antes de actuar hay que pensar..
Glauka: Sí, es algo que siempre me ha dado miedo...
Un besazo.
El nombre...: Ya, lo malo es que cada vez se aprenden menos... y cada vez olvidamos más.
Besos.
Chasky: No sólo en el metro... Gracias por la inspiración para darle el entorno :-)
Un beso.
Lara: Sí, todo el mundo debería encontrar una forma de dejar salir aquello que provoca la ira antes de se convierta en una bomba, una forma que no hiera ni a nosotros ni a los demás...
Un beso.
Santo Job: Sí, da miedo ¿eh?
Un beso.
Lisa: No, afortunadamente para mi no es real. Sólo es el reflejo de un miedo de la infancia, que aún perdura aunque de forma distinta.
Un beso.
La Dulce Pena: Aquello fue peor, por intentar hacer algo bueno acabar mal...
Un beso.
Relato tan real como la vida misma, sí señor. Hay que aprender a vivir con el dolor y tirar hacia delante.
Gracias por hacernos observar la vida,
Saludos,
Lena
Ya ves, un mal momento, un pequeño lapsus y toda tu vida puede quedar decidida. A veces por violencia, sí, a veces por descuido.
Demoledor.
Tenia muchisimas ganas de volver a leerte de decirte que gracias por tu correo y de quedarme un rato.
Tengo miedo de ir a otro sitio y que la desidia me atrape de nuevo.
Un fuerte abrazo desde un destierro/...
La ira ciega ciega y en esos casos la razón queda lamentablemente tan relegada, que los resultados habrán de ser las más de las veces lamentables.
Señorita, esa es la realidad de lo que todos somos. Tu relato demuestra que seguimos siendo animales, (algunos racionales,aunque otros no tanto) y como tales nos defendemos y nos dejamos llevar por nuestro gran repertorio de emociones...
En fin, así somos y así es la vida...
Un besote grande wapetona
Perdona pero no empujastes solo distes una ayuda a que bajese mas rapido que culpa tienes de que no hubiese usado bien los pies ni las manos.
Lena: Sí, una vez las cosas han ocurrido no queda más remedio que tirar hacia delante... pero mejor evitar que ocurran...
Un beso.
Bito: Tampoco toda tu vida... pero sí puede producirse un giro brusco en la que conoces.
Un beso.
Oceanida: ¡Ey! No sabes lo que me alegro de verte por aquí. :-)
Estaba preocupada... ¿Estás bien?
Bueno, si decides volver a crearte un hogar por aquí, dímelo, porfa.
Un abrazo muy, muy fuerte.
Carpe Diem: Sí... la ira nunca ha sido ni será buena consejera.
Un abrazo.
Chulima: En ciertos casos mejor atar esas emociones...
Un besazo.
Pez: Ya... las excusas más variopintas que se pueden dar para un comportamiento nada loable...
Un beso.
Pero bueno ¿por qué no se ha publicado mi comentario??? ¡¡¡Censuradora!!! jejeje.
Bueno, lo que venía a decir es que todas las personas somos agresivas por naturaleza y el tema es saber canalizar esa agresividad, dando un raquetazo a una pelota, patadas a un saco de arena, tirando piedras al río o de otras formas que son más placenteras y que hacen descargar mucha adrenalina pero que me no voy a comentar porque estamos en horario infantil, jejeje. De esa forma, cuando te dan el empujón en el metro, sonríes o te paras y cuentas hasta 10…
Ui...que violenta te nos pones...jajaja
Sabia frase la de Aristóteles.
Un saludo.
Hibris
Vivir con la culpa y los remordimientos, ¡que dificil! Me recuerda a la última peli de Allen, El Sueño de Cassandra. Me puso los pelos de punta la forma en que uno de los personajes se encuentra literalmente imposibilitado para vivir después de algo que ha hecho. Es la misma idea que tu expones. Me asusté hasta que vi que no te pasó de verdad.
Los cuernos del Moises: Sip, hay muchas buenas formas de relajarse ;-)
Cuento hasta 10 para no responder a tu insulto... :-p
Besote.
Hibris: Sí, es una frase muy buena.
Un beso pacífico.
Cyllan: Me la apunto. No, afortunadamente no me ha pasado :-)
Un beso.
Yo nunca me enfado. Si algo merece mi enfado. Lo ignoro y lo borro de mi vida. Porque el odio es la misma energía que el amor y la verdadera venganza reside en el olvido.
Hola! Estás nominada en mi blog. Un besín
Alex: Una cosa es el odio, y otra la ira... Pero me alegro si eres capaz de controlar ambas cosas :-)
Un beso.
PeterPanPais: ¡Hecho! :-)
Un beso.
Publicar un comentario
<< Home