¿Por qué?
"Hay algo tan necesario como el pan de cada día, y es la paz de cada día;
la paz sin la cual el mismo pan es amargo."
Amado Nervo
la paz sin la cual el mismo pan es amargo."
Amado Nervo
Asomó la cabeza por la puerta de la cocina y dijo:
- Me voy, o a este paso llegaré tarde a la reunión.
Y desapareció con una sonrisa divertida, sabiendo qué ocurriría a continuación.
- ¡Papá!
Volvió a asomarse ocultando lo mejor que pudo la sonrisa.
- ¿Si?
- ¿No se te olvida nada? – a veces le costaba creer que esa enana sentada frente a un vaso de leche pudiera tener tan solo 3 años, y ser su hija.
- Uhm... no... creo que no... llevo las llaves, la cartera...
- ¡Papa! – dijo ella moviendo la cabeza de un lado a otro, en ese gesto tan suyo que claramente decía, cariñosamente eso sí: qué padre más tonto tengo.
- ¿Qué?
- ¿Y mi beso?
- ¡Uy! – se hizo el sorprendido - ¡es verdad! – y se acercó para darle un beso en la frente.
- ¿Y a mamá?
Se acercó a su madre y mirándola unos segundos fijamente a los ojos le dio dúlcemente un beso en los labios, para susurrar luego: Te quiero.
- Ídem – dijo ella sonriendo con ternura.
- ¿Me puedo ir ya? – dijo girándose hacia la pequeña.
- Sip.
- Hasta la tarde.
- Adiós cariño.
- Adiós papá. Te quiero.
- Yo también te quiero princesa.
Salió con una sonrisa en los labios silbando una cancioncilla y pensando cuán afortunado era.
Tan sólo unos minutos después se escuchó un estruendo ensordecedor, un segundo de silencio desgarrador y luego el sonar histérico de las alarmas de los coches.
Los absurdos contadores del mundo habían cambiado, dos a menos, uno a más:
- un padre menos.
- un marido menos.
- una víctima más.
- Me voy, o a este paso llegaré tarde a la reunión.
Y desapareció con una sonrisa divertida, sabiendo qué ocurriría a continuación.
- ¡Papá!
Volvió a asomarse ocultando lo mejor que pudo la sonrisa.
- ¿Si?
- ¿No se te olvida nada? – a veces le costaba creer que esa enana sentada frente a un vaso de leche pudiera tener tan solo 3 años, y ser su hija.
- Uhm... no... creo que no... llevo las llaves, la cartera...
- ¡Papa! – dijo ella moviendo la cabeza de un lado a otro, en ese gesto tan suyo que claramente decía, cariñosamente eso sí: qué padre más tonto tengo.
- ¿Qué?
- ¿Y mi beso?
- ¡Uy! – se hizo el sorprendido - ¡es verdad! – y se acercó para darle un beso en la frente.
- ¿Y a mamá?
Se acercó a su madre y mirándola unos segundos fijamente a los ojos le dio dúlcemente un beso en los labios, para susurrar luego: Te quiero.
- Ídem – dijo ella sonriendo con ternura.
- ¿Me puedo ir ya? – dijo girándose hacia la pequeña.
- Sip.
- Hasta la tarde.
- Adiós cariño.
- Adiós papá. Te quiero.
- Yo también te quiero princesa.
Salió con una sonrisa en los labios silbando una cancioncilla y pensando cuán afortunado era.
Tan sólo unos minutos después se escuchó un estruendo ensordecedor, un segundo de silencio desgarrador y luego el sonar histérico de las alarmas de los coches.
Los absurdos contadores del mundo habían cambiado, dos a menos, uno a más:
- un padre menos.
- un marido menos.
- una víctima más.
Etiquetas: Relatos, Terrorismo
13 Comments:
Lo siento.
Me tienes.
Se me acaba de quedar tal nudo en la garganta que no sé qué puedo decir.
En momentos así uno se queda sin palabras, no hay ninguna que pueda suponer alivio a semejante pérdida.
Un abrazo realmente inmenso, y todo mi cariño
Detrás de cada una de esas frias cifras ay muchisimo más.
Quiero aclarar que no es un relato autobiográfico. Aunque, como conté en su día, el terrorismo y ETA me hicieron sentir miedo por mi familia y sienta algo tan visceral que no soy capaz de expresar con palabras...
Dicho esto:
Doc: Muchas gracias corazón. Me ha gustado, mucho, verte por aquí.
Isthar: Es bueno ser capaz de sentir, aunque no se pueda expresar con palabras... a veces me da miedo pensar que puedan dejar de afectarnos estas cosas por ser algo cotidiano...
Pez: Sí, por desgracia a veces parece que nos olvidamos de eso, y se convierten en cifras que utilizar a conveniencia...
no sé qué me dá más miedo, si que me maten o que me tengan amenazado todo el día
saludos
(muy bien escrito, by the way)
Bufff! Tremendo! Me quedé con la boca abierta y un escalofrio...
Besitos!
Santo Job: Yo tampoco... Muchas gracias.
Tsunami: Muchas gracias guapa, te mando otro de vuelta. :-)
Cazadora: Me alegro, porque eso significa que te supe transmitir lo que siento. Un abrazo.
Muy muy pero que muy bonito, no todo el mundo tiene la facilidad de escribir cosas así y emocionar.
Yo más de una vez también he sentido miedo debido al terrorismo de ETA aqui en Madrid. He temido por los míos en dos ocasiones y por mí en otra.
PD: Me uno a lo de los escalofríos
Salu2^^
Realmente me ha impresionado.
La vida a veces es demasiado cruel.
Vengo a dejarte otro abrazo enorme, a veces con uno no es suficiente...
Watashi: Muchas gracias. Siento que hayas sentido ese miedo de cerca. Un beso.
Lunaria: Cierto, la vida a veces es demasiado cruel, y los humanos muchas veces más aún.
Isthar: Muchas gracias guapa. Otro para ti.
Fíjate que siempre me he preguntado por qué nadie es capaz de verlo así. Es más, jamás he podido pensarlo de otro modo.
Imagina lo autista que me siento en esta sociedad, ocurren cosas... pero luego escucho al mundo hablar en un desconocido lenguaje y me pregunto qué coño hago yo aquí.
La primera imagen que vino a mi mente fue la de un ecuatoriano hablando con su compañero de trabajo en la T4 y me pregunté qué gesto tenía su cara el último segundo antes de la explosión... y fíjate la que han montado después.
Johnymepeino: En realidad creo que hay más gente que lo ve así, pero no suele ser a la que se escucha...
Bienvenido a esta mi casa virtual.
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